miércoles, 13 de marzo de 2013

Día de chicas. Parte I. Con faldas y a lo loco!

De vez en cuando, cuando Sergio tiene un fin de semana algo liado, Jimena y yo disfrutamos de un día de chicas. Nos encantan.
Los planeamos con mucha ilusión, cada una propone algo y  hablamos de lo que vamos a hacer, anticipándonos al placer del paseo en si.
Para nosotras un día de chicas es un día de paseo por el centro Madrid, de tiendas bonitas, de comidas en sitios chulos y de merendolas que sirven para descubrir sitios nuevos.
 Nos gustan los días de chicas, son días sin horarios y sin prisas, días de regalos, de regresar a casa agotadas pero felices.
Son mágicos.


Una de las tiendas que más nos gusta visitar es "Victimas del Celuloide", en la Calle Santiago, 8. Es un espacio que además de tienda es un lugar de encuentro, hacen cursos, talleres y siempre, siempre te sientes bien recibido. No hay que perdérselo.







Después nos pasamos por la librería La Mar de Letras, Una librería infantil y juvenil pequeñita, pequeñita con un alma grande, grande.




Hacen actividades, talleres y cuentacuéntos, tienen preciosidades y, lo mejor, te atienden y te cuidan como si te conociesen de toda la vida.






¿No os encantan estas escaleras? 



Y de librería en librería y tiro por que me toca!, si, después nos acercamos a La Central. Se nota que nos apasionan los libros, verdad?



A ella se le iluminó la cara cuando entramos y no dejó de hojear todos lo libros que caían en sus manos hasta que salimos de allí. Era un  placer observarla.














¿Sabéis? hay veces que me duele el pecho de tanto como la quiero. Si, sé que suena un poco exagerado y bastante ñoño pero es que es eso lo que siento, me encanta estar con ella.
Los días que podemos estar juntas se nos pasan en un suspiro, casi no nos damos cuenta de que ya es hora de volver y siempre terminamos hambrientas y agotadas....pero felices.
Cuando llegamos a casa y nos ponemos a contar todo lo que hemos hecho casi parece mentira, es como si hubiesen pasado un par de días de tanto como nos ha cundido.
Esas noches, cuando llega la hora de irse a la cama está derrotada, no puede casi  ni hablar, pero se queda dormida con mi dedo en la mano, apretándolo fuerte, muy fuerte, y yo soy la persona más feliz del mundo.


Sé que dentro de no mucho ya no querrá salir por ahí con mamá, le parecerá un rollo y preferirá irse con su amigas, como debe ser. Y sé que estaré feliz de que así sea, de que tenga amigos, de que se lo pase bien y que disfrute de la vida....pero la voy a echar muchísimo de menos.




Otro día os contaré qué más hicimos, donde nos llevaron nuestros pasos de chicas con faldas y a lo loco.

Ahora os dejo una canción que le dedico hoy a ella pero que os quiero regalar a todos vosotros. Es un vídeo de Renee & Jeremy que me ha parecido precioso. Disfrutadlo ;-))


2 comentarios:

  1. Me apunto las recomendaciones!! que vínculo tan bonito!! disfruta mucho de esos momentos, pasan tan rápido..... y si, a mi también a veces me da la sensación de que me duele de tanto como quiero a mi ratón....

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  2. "Dolor de corazón" le llamo yó a éso. Pero no es ése que nos enseñaron cuando éramos niños. Es otro mucho mas limpio y mas gratificante.

    A mi también me duele de querer tanto a "mi ratita Violeta", la que cuando acababa en la tele el programa de "la ratita Violeta" (marioneta de Herta Frankel) lloraba de modo desconsolado y para la que pedí a TVE una foto de su adorada ratita; para que cuando acababa el programa, al menos tuviera un consuelo con su foto.

    Y de querer a mi "ratita-2" , es decir a su hija (o sea, mi nieta). A la que adoro y a veces la llamo por el nombre de su madre; porque me recuerda a ella cuando tenía su edad.
    Ahora tengo dos amores que, a veces, también me producen dolor en el pecho de lo que las quiero.

    Y... la vida pasa y a una velocidad de vértigo!, dentro de poco las ratitas y ratoncitos que hoy os hacen tan felices con sus juegos y mimos, tendrán otros pequeñuelos a su cargo y nosotras, las abuelas y las madres, disfrutaremos viendo fotos o simplemente cerrando los ojos, recordando que parece que fué ayer cuando nos agarraban el dedo para dormir o había que deslizarse muuuy despacio de su cama, para que no notaran que salíamos de su cuarto.

    Por éso, hay que disfrutar cada minuto con ellos y pedirle al destino que nos dé una vida muuuy larga y sana para seguir disfrutando las diferentes etapas que aún nos quedan por vivir.

    No hay NADA mas importante. ¡No te lo pierdas !!!

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