El verano nos permitió divertirnos y estar juntas mucho tiempo, nos dejó ir a nuestro ritmo y romper normas
Pero todo lo bueno acaba y el verano dio paso al otoño, a los días más cortos y a las jornadas laborales más largas. El sol se fue haciendo más débil y nuestras horas juntas más escasas.
Aunque lo cierto es que cualquier día, por lluvioso que sea sigue siendo un día perfecto para irnos por ahí a hacer cosas de chicas... o de no tan chicas
Ahora el invierno está casi encima de nosotros. Los días cortos y fríos están a la vuelta de la esquina y eso significa un largo camino hasta la primavera y los largos paseos.
Aunque adoro el invierno y sus días fríos es verdad que el hecho de salir sin rumbo ni hora es cosa del verano y su benevolencia. Y eso lo echo de menos, lo echo muchísimo de menos.
Este invierno será diferente, y quizás un poco más largó debido a esa saudade, pero sé que al final la primavera llega y el sol vuelve a reinar sobre nuestras cabezas.
Que siga la fiesta, Show must go on