Here comes the sun.

En mi casa el día de la madre se adelantó un poco. Decidimos adelantarlo al sábado para así poder comer por ahí sin la presión de ser un día especial.
El sábado fue un día con muchos planes pero todos sin prisas, uno de esos días en que empiezas a relamerte de gusto desde que abres los ojos, un día lleno de ilusión. Por cierto, disculpad la calidad de las fotos, están hechas con el teléfono, se me hizo bola cargar con la cámara sabiendo que no íbamos a pasar por casa en tooodo el día.

Lo primero que hicimos fue ir a "La Bolsa Mágica", frente al Parque del Retiro de Madrid, un lugar que probablemente es tan mágico como su nombre indica.
Es un mundo de cuento y fantasía, (con un árbol en el centro que es una pasada),  donde los niños se sienten a gusto nada más poner un pie en el. En el realizan talleres, cuentacuentos, venden juegos de toda la vida y te hacen sentir como si de nuevo el niño fueses tú.

Esta vez fuimos a una "Fiesta de No Cumpleaños", en ella fabricaron un muñeco robot, bailaron como un robot, cantaron como un robot y disfrutaron como un.....como enanos :-)
Mientras los padres nos podemos regalar un desayuno maravilloso, con lectura de periódico incluida, en alguno de los muchos sitios que hay por la zona.

El trato que te dan, el cariño con que tratan a los niños, su oferta en actividades, juegos, su magia y, claro está, su situación, hacen de este lugar un imprescindible.

Después de un desayuno de lujo y sin prisas nos fuimos al Retiro, de picnic. Si, así a lo loco, de picnic. El Retiro estaba precioso, con todo lo que ha caído este año decir que está exuberante es decir poco.
De todas formas ya sabeis que mi época preferida es el otoño, seguida muy de cerca por el invierno. Rarita que es una ;-)

Hicimos un picnic como mandan los cánones, comida rica y fácil de comer y, por supuesto, con mantita y cesta.

Y qué me decís del detalle de flores que se puso para tener una mesa bonita? Detallista que es mi niña ;-)

Después de una sobremesa a la sombra y un paseo siguiendo un arroyo, (en el retiro, si, parecía un arroyo), llegamos al lago y nos detuvimos a escuchar una música deliciosa maravillosamente interpretada.

¡Cómo me gusta el arpa! me transporta a otro mundo, qué se yo...

Me resulta difícil imaginarme un solo día sin música, la música es la banda sonora de nuestras vidas. Os habéis planteado alguna vez cuanto nos puede influir la música? Cómo nos puede hacer vibrar, llorar o reir?

Como colofón a un día perfecto nos fuimos a descansar y reponer fuerzas a magasand, esta vez me refresqué con un smoothie....DE-LI-CIO-SO.
A Jimena le encanta el sitio, disfruta muchísimo de la paz y la tranquilidad que se respira en la sala de abajo. Y habían repuesto libros!!

Hoy os voy a dejar con música ligera y positiva, qué os parece "Here comes the sun" de Beatles? Me trae siempre buenos recuerdos.

Aqui la teneis, disfrutadla.

See you soon!