¡Qué bueno releer mis post! Me hacen volver a disfrutar de cada momento vivido y compartido aquí.
Buenos tiempos.
Hace ya más un año que mi vida personal cambió y ello conllevó cada vez menos tiempo para dedicar a lo que me gusta, menos tiempo para mis cosas, cosas bobas, cosas sencillas, pero mis cosas al fin y al cabo.
Hace ya más de un año que estoy formando un nuevo "yo" que al final siempre se convierte en "YO soy yo y mis circunstancias".
Mis circunstancias han cambiado y como consecuencia yo también lo he hecho. Este blog habla de mi y de lo que gusta, lo que recomiendo...así que debe también cambiar conmigo.
No es un adiós, me estoy reciclando, aprendiendo, creciendo, haciéndome mayor y, quien sabe, quizás mejor.
Quiero volver con renovadas fuerzas y energías y espero encontrar alguien aquí a mi regreso ;-)
Ha sido un auténtico placer poder hacer llegar un pedacito de mi vida a las vuestras.
Me despido dejándoos una de las canciones que más me suenan a Otoño, espero que os guste.
Sucede que a veces que ser mayor pesa mucho y los mochila se nos hace demasiado grande.
Sucede a veces que no sabemos encontrar tiempo para hacer algo que no sea sea práctico sino sólo algo que nos apetece, que nos apasiona.
Sucede que a veces las responsabilidades nos ahogan y nos hacen sentir atrapados en un círculo vicioso del que nos sentimos capaces de salir.
Sucede demasiadás veces que la rutina y las obligaciones nos quitan la capacidad de soñar, de volar.
Pero también es cierto que sólo depende de nosotros encontrar ese momento en que nos volvamos a sentir nosotros, en estado puro. Sin prisas, sin agobios.
Ese momento está ahí, sólo es cuestión de hacer un pequeño ejercicio mental y recordar como lo hacíamos de pequeños, cuando sólo vivíamos el momento y nada nos preocupaba más allá de nosotros.
Ser profesional, madre, amiga, esposa.....es agradecido pero también agotsdor.
Sólo un momento al día, unos minutos para regalarnos y sentir que, además de todo eso, seguimos siendo nosotros, ese niño que todos llevamos dentro.
El retiro es siempre un buen plan cuando apetece dar un paseo y si encima sale un rayo de sol ya se convierte en un plan perfecto.
El parque se llena de familias, de paseantes, de niños correindo, de actores callejeros. Se llena de vida. Disfruto ejerciendo de observadora en estos paseos.
El Parque del Retiro tiene sitio para todos y para todo, lo mismo ves una familia entera patinando que un grupo de amigos tocando algun instrumento y cantando. Igual puedes disfrutar de un ensayo de danza folclorica andina que de una sesión de tai-chi.
Me gusta sentarme en alguna sus multiples fuentes. Me encanta jugar con Jimena a tirar piedrecitas, a dar de comer a los patos o simplemente a mirar la vida pasar e inventarnos historias sobre la gente que pasa por alli. Siempre terminamos muertas de risa!
Pararte a disfrutar de los artistas callejeros y de sus espectaculos nos encanta. Los teatrillos de marionetas nos hacen pasar muy buenos ratos y a mi me han dado la oportunidad de hacerle fotos únicas desde que era muy, muy pequeña.
Espero que ese gusto le dure mucho tiempo, me pasaría horas mirándola mientras está absorta en la historia que las marionetas nos hacen vivir. Y fotografiándola!
Mi otro gran amor, los libros, también tienen cabida en este parque. La Biblioteca Pública de Retiro es una de mis preferidas, su situación es inmejorable y resulta realmente acogedora.
Es luminosa y aunque solo sea por estar un ratito tranquilo merece la pena la visita.
Las salas infantiles son preciosas y tienen libros y cuentos para todas las edades. No hay que perdérsela.
Ya sabeis la afición que tengo por el Matadero de Madrid, me gusta ir tanto en verano como en invierno y distrutar de sus instalaciones. Me gusta merendar en la Cantina, recorrer sus exposiciones y dejar que Jimena corra por su enorme explanada.
La casa del lector en un lugar mágico, lleno de luz y de espacios abiertos donde siempre apetece entrar. Un buen ejemplo de como rehabilitar espacios puede dar como resultado un lugar con el encanto de lo antiguo y la frescura de la nueva arquitectura.
La Casa del Lector es un nuevo espacio dedicado a los lectores y a la lectura en su sentido más amplio, a su estudio en todos los soportes y manifestaciones.
Es una institución privada creada gracias al editor Germán Sánchez Ruipérez, que persiguió la idea durante mucho tiempo, fue su “sueño”.
Es, en definitiva, un lugar para ir y repetir. Un lugar Family-friendly que gusta a todos y que hace que todos nos sintamos a gusto.
Os dejo un tema que perfectamente podria acompañarnos en nuestra visita por el Matadero y su Casa del Lector, Eva Cassidy y su "Over de Rainbow".
Si hay algo que te puede hacer sentir bien en la vida es dejarte llevar por aquello que te apasiona, y si lo que te apasiona es la música entonces ya no hay más que hablar. Fluye.
Libre soy, libre soy
no puedo ocultarlo más
Libre soy, libre soy
libertad sin vuelta atrás.
¿Qué más da? No me importa ya
Gran tormenta habrá
El frío es parte también de mí
Mirando a la distancia, pequeño todo es
y los miedos que me ataban, muy lejos los dejé.
Voy a probar que puedo hacer sin limitar mi proceder
Ni mal, ni bien, ni obedecer jamás
Libre soy, libre soy
el viento me abrazará
Libre soy, libre soy
no me verán llorar.
Firme así, me quedo aquí
gran tormenta habrá.
Libre soy, libre soy
surgiré como el despertar
Libre soy, libre soy
se fue la chica ideal.
Firme así, a la luz del sol
Gran tormenta habrá
Para mi el año empieza con el otoño, con el principio de curso académico. Acaba el tiempo de ocio, de hacer de lo que nos apetece sin horarios ni prisas y comienza el ciclo de la codianidad, de las rutinas, de los horarios, de las reglas. El verano nos permitió divertirnos y estar juntas mucho tiempo, nos dejó ir a nuestro ritmo y romper normas
Pero todo lo bueno acaba y el verano dio paso al otoño, a los días más cortos y a las jornadas laborales más largas. El sol se fue haciendo más débil y nuestras horas juntas más escasas.
Aunque lo cierto es que cualquier día, por lluvioso que sea sigue siendo un día perfecto para irnos por ahí a hacer cosas de chicas... o de no tan chicas
Ahora el invierno está casi encima de nosotros. Los días cortos y fríos están a la vuelta de la esquina y eso significa un largo camino hasta la primavera y los largos paseos.
Aunque adoro el invierno y sus días fríos es verdad que el hecho de salir sin rumbo ni hora es cosa del verano y su benevolencia. Y eso lo echo de menos, lo echo muchísimo de menos.
Este invierno será diferente, y quizás un poco más largó debido a esa saudade, pero sé que al final la primavera llega y el sol vuelve a reinar sobre nuestras cabezas.
Desde hace un tiempo tenía ganas de levantarme antes que el sol para poder disfrutar de esos mágicos momentos, de esa hora mágica que marca el comienzo de un nuevo día. Ese momento en el que te parece que el sol sale solo para ti
Sonó el despertador a las 6:20 de la mañana y yo ya estaba dispuesta para salir. Todo estaba preparado, la cámara en su sitio, cargada y dispuesta, mi ropa en una silla, una botella de agua y poco más. No necesitaba más. La ilusión y las granas van de serie.
Llegué a la playa y, contra todo pronóstico, allí no había casi nadie. Pensé que en verano y en la playa habría bastantes personas paseando por la playa para ver salir el sol, personas que no fuesen tan dormilonas como yo. Estaba equivocada.
El astro Rey tardaba en aparecer y como ya había luz pensé que quizás estaría nublado y no iba a poder fotografiarlo, pero apareció. Y vaya si me sorprendió!
Poco a poco fue subiendo, llenando todo de preciosos colores, lástima que mi manejo de la cámara sea tan torpe aún, ojala supiera captar mejor lo que estaba viendo.
El sonido del mar, de las olas, el color del cielo y mi respiración era todo lo que registraba mi cerebro, lo recuerdo como un momento perfecto de estar conmigo misma, de perfecta introspección, difícil de compartir en palabras.
Los pocos minutos que tardó en ascender fueron más que suficientes para llenarme de energía. Me alegró mucho haberme levantado temprano y poder disfrutar de estos minutos de auténtica paz, de estos minutos a solas.
Los minutos de paz escasean cuando eres madre de una pequeña hadita de 5 años. Perdón, añazos, si hija, añazos.
Una de las cosas que más me gustó fue sentarme en la arena húmeda y observar su ascenso, ver al camino que iba dibujando en el mar, un camino de oro líquido que, en un poema romántico, hubiese seguido.
Era un marco perfecto para un momento perfecto, en mi cabeza solo el sonido del mar y en mi cara una enorme sonrisa
Y si hubiese podido poner música al momento que refleja esta imagen quizás esta hubiese sido un gran clásico, una canción de Led Zeppelin que hace poco he redescubierto, casualidades de la vida, y que me parece hubiese acompañado este amanecer a las mil maravillas.
Aunque también podría, dentro de un estilo completamente distinto, acompañar estos momentos de paz interior que un tema que ha dejado colgado en su blog http://www.teaonthemoon.com/, un tema tranquilo y relajado, lleno de buen rollo y paz. Es un tema de Jack Johson con una música y una letra preciosas.
Aquí os lo dejo
He tardado pero lo he compartido con todos vosotros, y es que este año la vuelta al cole ha sido peculiar y no me ha dejado demasiado tiempo libre
El próximo post será ya urbano, por este año la playa se ha terminado para mi.